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viernes, 1 de junio de 2012

Penelope•

Penelope lo miró tan sorprendida. Estaba a un paso de su boca, porqe esperar si la oportunidad había sido una obra pura del destino. Sus ojos perfectos y grandes la miraban atenta, pero tan dulcemente. Y ella lo besó. Un beso sin habla, sin pesadumbres, sin tropiezos, sin balbuceos insulsos, sin perdidas de tiempo, perfecto. Habrá sido su boca, o su aliento pero ella pensó qe habian pasado años, siglos besandose. Salvador amado mio, si he de morir, moriré en tu boca.

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